Media Star: el yugo mediático de las redes virtuales de control

Media Star:
el yugo mediático de las redes virtuales de control




Media Star (2013, temple sobre tela, 180 × 160 cm, serie Media Star)
Media Star
(2013, temple sobre tela, 180 × 160 cm, serie Media Star)

Rébora’s art makes the most sense when considered not in terms of the configurations of pigment on canvas, but of the gestures and the materiality involved in their creation.

It’s an act of invocation, except that it uses not voice but movement, light and material. Manifestation is a better word: a revealing or disclosure that comes about by action, by the striking (Latin: festus) of the hand (manus). What is made manifest this way is the human presence “found”, as it were, in a web of light. “I don’t have any reference but light”, Rébora attests.


¡Ring! (2014, temple sobre tela, 100 × 90 cm, serie Media Star)
¡Ring!
(2014, temple sobre tela, 100 × 90 cm, serie Media Star)

How, though, to find this non-figurative presence? It won’t happen by chance; it needs method. This too is an all too easily overlooked aspect of the painter’s craft, which has come to be idealized as a spontaneous outburst of creative imagination and intuition. It is not that for Rébora, not any more. Once, he says, his painting was “all emotive and instantaneous”. But now it is “completely conscious. I have to decide where to introduce the next step.” Before pigment touches canvas, he needs a “mental order”, a sense of which lines to paint.

Station (2013, temple sobre tela, 90 × 70 cm, serie Media Star)
Station
(2013, temple sobre tela, 90 × 70 cm, serie Media Star)

“Painting”, he says, “is nothing but well-ordered material”. [...] Line and geometry will guide the eye, and so will colour. In Rébora’s paintings the two elements must work together perfectly, refuting the old art-historical dialectic of disegno and colore, as if the two must be considered rivals.

The result is an active canvas: an image alive with presence, movement and illumination. I think it is vital too that it is a record, a visible testament to its making. The image, points out Rébora, must not lose “the principle element of gesture”. The strokes are delivered without barriers, in lines invested with tension and direction. They come, literally, from the painter’s breath, embodied in pigment.

*

El arte de Rébora cobra sentido cuando se considera no en términos de las configuraciones del pigmento sobre el lienzo, sino en términos de los gestos y la materialidad envueltos en su creación.

Es un acto de invocación, sólo que en lugar de la voz utiliza el movimiento, la luz y la materia. Manifestación es una mejor palabra: descubrimiento o revelación que surge a partir de la acción, del gesto (latín: festus) de la mano (manus). Lo manifiesto es la presencia humana “hallada”, por así decirlo, en una red de luz. “No tengo más referencia que la luz”, declara Rébora.

1 enero 2016 (temple sobre tela, 150 × 130 cm, serie Media Star)
1 enero 2016
(temple sobre tela, 150 × 130 cm, serie Media Star)

¿Cómo hallar esa presencia no figurativa? No por casualidad; se necesita método. Eso es un aspecto que con demasiada facilidad se pasa por alto en el arte del pintor, lo cual se ha idealizado como una explosión de imaginación creativa e intuición. No lo es para Rébora, ya no. Antes, explica él, su pintura era “toda emotiva e instantánea”. Pero ahora es “totalmente deliberada. Tengo que decidir a dónde daré el siguiente paso”. Previo a que el pigmento toque el lienzo, necesita un “orden mental”, un sentido de las líneas que pintará.

9 septiembre 2017 (temple sobre tela, 135 × 175 cm, serie Media Star)
9 septiembre 2017
(temple sobre tela, 135 × 175 cm, serie Media Star)

“La pintura”, dice, “no es más que material bien ordenado”. [...] Las líneas y la geometría guiarán al ojo, al igual que el color. En la pintura de Rébora los dos elementos trabajan juntos a la perfección, desmintiendo la vieja dialéctica de la historia del arte del disegno y el colore, como si debieran ser considerados rivales.

El resultado es un lienzo activo: imagen viva con presencia, movimiento e iluminación. Creo que es fundamental su función de registro, testimonio visible de su creación. La imagen, precisa Rébora, no debe perder el “principal elemento del gesto”. Los trazos se aplican sin barreras, en líneas investidas de tensión y dirección. Proceden, literalmente, del aliento del pintor, plasmado en pigmento.


Philip Ball[1]



6 octubre 2016 (temple sobre tela, 130 × 170 cm, serie Media Star)
6 octubre 2016
(temple sobre tela, 130 × 170 cm, serie Media Star)
1 enero 2017 (temple sobre tela, 170 × 190 cm, serie Media Star)
1 enero 2017
(temple sobre tela, 170 × 190 cm, serie Media Star)

Urdimbres de manchas paralelas ritmadas y diferenciadas jerárquicamente detonan una construcción espacial cargada de energía plástica desmedida y lúcida. Rébora ha hablado en varias ocasiones de que su interés, sobre todo el de la serie Media Star, está enfocado en la representación del “vacío que rodea la figura humana”. [S]e aproxima en el núcleo discursivo de Media Star a ciertos dominios temáticos: la época actual comprendida como era del yugo mediático, el atisbo del aspecto entrópico de la experiencia, las consecuencias de la crisis del cuerpo, la necesidad de acceder a una ética de la plenitud, la oposición al control social aunque sea sólo por medio de su representación, entre algunos otros. [...]

Septiembre 1 2014 (temple sobre tela, 250 × 185 cm, serie Media Star)
Septiembre 1 2014
(temple sobre tela, 250 × 185 cm, serie Media Star)

“No puedo concebir la pintura fuera de una posición moral”, ha escrito Rébora a sabiendas de lo que eso supone, pues estamos inmersos en un escenario cultural donde abunda el lugar común de las intenciones críticas. En muchos de sus trabajos aparece la representación –a final de cuentas majestuosa– del sujeto y la comunidad en estado de batalla, de manía, de desolación, de éxodo.

Sócrates (temple sobre tela, 175 × 135 cm, serie Media Star)
Sócrates
(temple sobre tela, 175 × 135 cm, serie Media Star)

Los personajes están construidos de forma muy gestáltica: apenas se perciben los perfiles de las siluetas, atrapadas en los vórtices progeométricos de los foros que representan, imagen tras imagen, espacios abiertos caóticos o habitáculos trepidatorios. Son seres librando una lucha, de dimensiones casi cosmológicas, contra el enemigo métrico de las redes de control, protagonistas aerodinámicos cumpliendo un sueño del tamaño de la pregunta sobre qué puede ser el arte producido en (y con los elementos de) la era industrial avanzada y el periodo postindustrial: será conocimiento artístico aquella realización que brille –ética y humanísticamente– bajo los escombros de la homogeneización material, de la serialización de los contenidos, de la repetición modular, de la frialdad de un mundo mecanizado; en resumen, que brille fijamente en medio de la turbulencia del espejismo espectacular sobreorganizado.


Erik Castillo[2]



Luz y sonido (2013, temple sobre tela, 190 × 180 cm, serie Media Star)
Luz y sonido
(2013, temple sobre tela, 190 × 180 cm, serie Media Star)
4 abril 2017 (temple sobre tela, 80 × 110 cm, serie Media Star)
4 abril 2017
(temple sobre tela, 80 × 110 cm, serie Media Star)

I. Entre la tela y la red hay un mito de pescadores. O una orden de captura. Entre el pescador y el pez hay casi una relación de iguales desde la mirada. ¿Y la luz, dónde está la luz? Hay una zona de la pintura de Roberto Rébora que podría instalarse bajo la pregunta ¿Dónde está la luz? No es una pregunta ni mítica ni religiosa. Es completamente secular, material, orgánica. No señala una ausencia ni una presencia escondida. Más bien, apunta a un en qué lugar del fenómeno; dispuesta cómo: adelante, atrás, encima, abajo, completa siempre, “bañando” todo. El dónde está no es una pregunta por una anterioridad ni un lamento por haber sido. Señala una dependencia o la posibilidad de una nueva situación del objeto en relación con el espacio donde los ubica la mirada.

Virtual (2) (2013, temple sobre papel, 63 × 48 cm, serie Media Star / Papeles de Montpellier)
Virtual (2)
(2013, temple sobre papel, 63 × 48 cm, serie Media Star / Papeles de Montpellier)

La figura en cierta pintura de Rébora no deja claro si sale o si entra al espacio. Son figuras de borde enrarecido, casi fundidas con su fondo. Negociar esa posición sería un entreacto. Decir “La figura pugna por salir, por constituirse”. Como si el proceso de individuación alcanzara a la figura ya desprovista de toda categoría imaginal, representativa. En realidad, la figuración en Rébora construye su entrespacio.

Virtual (2013, temple sobre tela, 120 × 120 cm, serie Media Star)
Virtual
(2013, temple sobre tela, 120 × 120 cm, serie Media Star)

II. En Virtual el proceso de enrarecimiento de los bordes promete interpretar un nuevo mundo. ¿Una América es un faltante o un plus de la imaginación? La imaginación “lleva” al lugar, la imaginación desborda: hace nacer los bordes confundidos, promete el mundo. Pero Virtual marca una línea diferencial que sólo al interpretar en tela un mundo que está en línea queda designada en su nitidez. Interpretar un mundo en línea supone reinterpretar la línea. Virtual amaga por imagen un mundo alineado (la alienación es evidente pero es más que un mero juego aliterativo: la alienación es todo el sentido del cuadro, Virtual es la interpretación pictórica, reacia a desaparecer, de un mundo aferrado a lo real que no tiene más defensa que un retroceso por añoranza que sólo alcanza potencia de contraste por “empobrecimiento técnico”: poco más de un paso de la línea hacia la figura como concretud) donde las protofiguras “ad-vienen” al que mira. Es decir, el desvío no está en la suplantación de lo real por lo imaginal-virtual. Está en la ambigüedad del rumbo, lo que finalmente define el sentido de la acción. Si Virtual acierta, la línea ya no será el eje diferencial del espacio sino una referencia espacial más que se redistribuye entre protofiguras con-fundidas con el ámbito sensible. El espacio no sería un lugar sino movimiento sin lugar, un puro tránsito del deseo que desdibuja cualquier pretensión metafórica de ser. Habría que preguntarse dónde coloca el cuadro en su interpretación del nuevo mundo el punto que lo posibilita sin que la pregunta lleve a la localización de cualquier pretensión de “origen”. Lo virtual no tiene origen ni final. Toda resonancia de principio queda aquí descartada por un espacio concebido como emanación.


Eduardo Milán[3]





RR en su taller de Guadalajara, 2016 (Foto: Carlos Díaz Corona)
RR en su taller de Guadalajara, 2016
(Foto: Carlos Díaz Corona)

RR en su taller de Ciudad de México, 2016 (Foto: Rogelio Cuéllar)
RR en su taller de Ciudad de México, 2016
(Foto: Rogelio Cuéllar)





[1] “Prologue”, en Roberto Rébora, Materia y discurso de fe / Matter and Discourse of Faith, pp. 9-11.

[2] “Roberto Rébora: obra reciente, 2013-2016”, en Roberto Rébora, Materia y discurso de fe / Matter and Discourse of Faith, pp. 16-21.

[3] “Rébora, la línea y el conflicto”, en Roberto Rébora, Materia y discurso de fe / Matter and Discourse of Faith, pp. 33-34.

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